Como entrenadores es la eterna explicación y fundamentación a nuestros atletas sobre lo que ellos quieren contra lo que realmente pueden realizar. Con los años he aprendido a ser bastante claro y tajante con deportistas que quieren ser guiados por mi en la búsqueda de sus objetivos.
Desde un punto de vista ético, cuantos entrenadores o pseudo entrenadores con formaciones de fin de semana conocemos que animan a sus deportistas a realizar verdaderas gestas físicas sin estar preparados con la típica y estúpida frase de “QUERER ES PODER” “SI TE LO PROPONES LO LOGRAS”, ¿pero a qué precio? ¿Qué coste físico y de salud se paga por semejante irresponsabilidad? No es mejor ser sinceros y decirle no se puede, al menos de momento, qué hay pasos previos como atleta que hay que conseguir antes de intentar objetivos tan ambiciosos.
En este punto vemos la profesionalidad de la persona que nos entrena, deben tenerse en cuenta no solo aspectos de la vida diaria si no saber interpretar datos, graficas y pruebas de esfuerzo, saber moderar cargas y proyectarlas a largo plazo, tener nociones avanzadas de fisiología del deporte y estar rodeado de un grupo interdisciplinar de profesionales en los cuales apoyarse cuando surgen dudas, porque siempre surgen, tener experiencia y vivencias de la prueba que se está preparando es clave para conocer las sensaciones y pensamientos que tienes nuestros/as deportistas.
Últimamente está de moda atletas que impulsados por las redes sociales o mal influenciados te dicen:
– Míster “QUIERO HACER UN MARATÓN DEBAJO DE 3 HS” …….
-Pero si tienes 1:16 en la media….
-Si, pero QUIERO hacer menos de 3 horas, dentro de 4 meses
Ok, sin problema, evaluaremos y entrenaremos en consecuencia a los test que nos indicaran el estado actual, con esos datos avanzaremos en el desarrollo de capacidades.
Hechos los correspondientes test ya sean de velocidad progresiva, test de laboratorio,
potencia y lactato, programadas, ajustadas y repasadas las cargas de trabajo, cuando el atleta inicia el proceso de entrenamiento vienen las siguientes consultas.
– Mister los ritmos a los que entreno son lentos para lo que yo quiero hacer dentro de 14 semanas
Y aquí está el verdadero problema del deportista, no es lo que el quiera, es lo que el valga, lo que el pueda y dependerá directamente de su condición física actual, de esa base partimos, con esos datos iniciamos y trabajamos día a día para mejorar, hay atletas que tienen una progresión magnifica y mejoran mucho más de los que se esperaba, pero lo normal es que se corra en lo que se ha entrenado.
Como entrenadores tenemos que hacer un ejercicios de reflexión y poner algo de cordura a esta vorágine de optimismo de las redes sociales, querer no siempre es poder, esto es deporte, esto es muy duro, depende de una cantidad increíble de factores que tienes que alinearse para que todo salga bien, hacer saber a nuestros atletas que posiblemente no consigamos esos objetivos o simplemente decirle que lo planteado es demasiado ambicioso para realizarlo en tan poco tiempo nos engrandece como profesionales lejos de dejarnos en evidencia.
El entrenamiento en una ciencia con una gran base artesanal y de sentido común que se apoya en datos y más datos, podemos influir positivamente sobre su condición física y hacerles mejorar notablemente en poco tiempo, pero tenemos que ser realistas con el/la deportista en todo momento, plantear un proceso seguro, ameno y eficaz de manera personalizada que llevará el tiempo que lleve, ni más ni menos..